Datos interesantes sobre el acné

Los ataques de acné son bastante comunes, aproximadamente el 85% de las mujeres y el 70% de los hombres de hoy sufrirán en algún momento un episodio de ruptura. En realidad, es una de las afecciones de la piel más comunes que afectan a nivel mundial a personas de diferentes orígenes raciales y geográficos. Entre 40 y 50 millones de personas actualmente luchan contra los granos y las espinillas solo en los EE. UU. Y aunque la causa principal del acné aún no se conoce claramente, existen ciertos factores desencadenantes que están asociados con una mayor probabilidad de sufrir un episodio de brote. Aquí hay algunos datos interesantes sobre el acné que debe tener en cuenta para mejorar sus posibilidades de lucir una tez clara y saludable durante todo el año.

5 datos interesantes sobre el acné

Aquí hay algunos datos rápidos sobre el acné que debe saber.

1. Enfermedad hereditaria

Si bien no existe exactamente una mutación genética específica que pueda relacionarse con los brotes de acné, los investigadores han observado un patrón de acné que tiende a ser hereditario. Y esto solo puede explicarse por la existencia de mutaciones genéticas específicas que aumentan la propensión y la tendencia a desarrollar granos y puntos negros. Bueno, por supuesto, esto no pasa por alto que hay muchos más factores que influyen en la probabilidad de tener acné, incluida la reacción del sistema inmunitario a la colonización por bacterias relacionadas con el acné.

Aparte de eso, también es importante tener en cuenta que algunas familias tienden a tener una predisposición hereditaria a producir en exceso células muertas de la piel. Esto aumenta la probabilidad de que los miembros de dicha familia tengan muchos poros obstruidos, lo que, como resultado, puede terminar provocando acné. Lo mismo puede decirse de la tendencia familiar o genealógica a producir acné en exceso, algo que también puede contribuir enormemente a los brotes frecuentes.

Además, algunos tipos de acné tienden a ser en gran parte hormonales. Y esto significa que puede estar más genéticamente predispuesto a producir andrógenos en exceso. ¿La línea de fondo? El acné podría no ser una enfermedad estrictamente hereditaria, pero no se puede negar que hay ciertos aspectos de su aparición y progresión que están influenciados por la composición genética de uno.

2. Los alimentos con alto índice glucémico y los lácteos pueden provocar acné

Comer una dieta balanceada es realmente clave para evitar brotes ocasionales. Y, a veces, esto puede significar excluir alimentos con un índice glucémico alto (como carbohidratos simples, refrescos, jugos de frutas azucarados, etc.) de su dieta.

Verá, los alimentos con una carga glucémica alta aumentan los niveles de insulina IGF-1 en el torrente sanguíneo. De hecho, IGF-1 es un tipo especial de insulina que el cuerpo produce en un intento por controlar el aumento repentino de azúcar cuando consume alimentos con un índice glucémico alto. Aparentemente se sabe que estimula la fluctuación de los niveles de andrógenos. En consecuencia, el pico hormonal conduce a granos, granos y pústulas, especialmente en personas con piel grasa característica.

Los productos lácteos, por otro lado, especialmente la leche descremada y los productos lácteos bajos en grasa, deben evitarse si desea una tez hermosa. La explicación de esto es que la leche contiene IGF-1 bovino (factor de crecimiento similar a la insulina) que nuevamente puede aumentar la producción de hormonas andrógenas y desencadenar brotes de acné.

La conclusión es que es importante reducir los alimentos que tienden a aumentar los niveles de azúcar en la sangre si está tratando de controlar un brote de acné descontrolado. Esto significa que debe haber menos carbohidratos refinados, como galletas saladas, pasta, galletas, refrescos y pan blanco, en su dieta. En su lugar, reemplácelos con carbohidratos energéticos, una versión de carbohidratos que contiene una dosis de proteína y mucha fibra. Las excelentes opciones de alimentos incluyen raíces de flecha, batatas, frijoles, ñame, mandioca y lentejas.

Comer alimentos antiinflamatorios que incluyen muchos fitonutrientes también ha demostrado ser muy beneficioso para controlar los brotes ocasionales. Además, los fitonutrientes mejoran la comunicación intercelular, desintoxican carcinógenos y reparan el daño del ADN que podría haberse producido por la exposición a contaminantes. Todo esto se combinará en una tez suave, sin problemas y hermosa.

3. Las causas del acné pueden ser completamente inesperadas

Como se dijo al comienzo de este artículo, no hay un factor aislado que pueda decirse que es la única causa del acné. Es una condición de la piel que requiere un conglomerado de varias causas preexistentes diferentes que se unen para eventualmente precipitar un brote. El acné, por ejemplo, ocurre cuando las glándulas sebáceas, también conocidas como sebáceas, que normalmente están adheridas a los folículos, se infestan con bacterias que causan el acné, lo que luego allana el camino para la inflamación que se manifiesta como pústulas.

El factor o los elementos que contribuyen a las espinillas varían mucho de un individuo a otro. Lo que fácilmente podría causar un brote en una persona no garantiza exactamente que sea la razón detrás de la mala piel en otra. Y a veces, las causas del acné pueden no tener ninguna relación.

Habiendo dicho eso, estos son algunos de los elementos que pueden provocar un brote de acné.

• Alimentos - No es ningún secreto que hay algunos alimentos que agravan el acné que, cuando se comen sin moderación, pueden aumentar la probabilidad de que se produzca un brote ocasional. El truco aquí, sin embargo, es apuntar a llevar una dieta balanceada y nutritiva con la menor cantidad posible de carbohidratos simples y productos lácteos bajos en grasa.
• Suciedad y mugre : si bien el sudor no causa acné, ya que los puntos negros generalmente son aceite oxidado y no mugre, la mala higiene de la piel también puede aumentar la probabilidad de tener problemas con la piel. Por otro lado, sin embargo, es un hecho bien reconocido que el lavado y frotamiento excesivos pueden irritar la piel hasta el punto de desarrollar pústulas y pápulas dolorosas. El secreto aquí parece ser lograr un equilibrio entre los dos, algo que hace que el acné sea una condición tan difícil de controlar.
• Estrés : se ha observado que el estrés, en particular las grandes cantidades de agitación emocional crónica, provoca episodios de acné en personas con piel sensible. Y esto puede relacionarse con el hecho de que el estrés emocional puede desencadenar cantidades excesivas de cortisol, una hormona de lucha o huida. Los niveles elevados de cortisol interfieren con el equilibrio homeostático finamente afinado del cuerpo, allanando así el camino para los ataques repetidos de acné. Y por eso es recomendable practicar hábitos antiestrés como la meditación diaria y el ejercicio ocasional.
• Trauma físico : en algunos pacientes, se ha observado que el trauma físico a través de la presión ejercida por cascos, collares, correas para la barbilla, tirantes y similares agrava los episodios de ruptura.
• Medicamentos : algunos medicamentos de venta libre y recetados pueden empeorar o causar acné, un buen ejemplo son los medicamentos que contienen yoduros, esteroides, bromuros y similares. Otro tipo de medicamento que se ha observado recientemente que desencadena brotes de acné son los medicamentos anticonvulsivos, como los que contienen pequeñas cantidades de litio.
• Cosméticos : el uso de productos de belleza comedogénicos, que obstruyen los poros, probablemente provocará un episodio de acné más temprano que tarde. Y es por eso que los dermatólogos aconsejan a sus clientes que presten mucha atención a la lista de ingredientes utilizados en la formulación de la marca de cuidado de la piel que elijan. Prioriza los productos que tengan ingredientes a base de agua si tu piel es propensa a los brotes y las espinillas.

4. El acné se desarrolla de manera diferente en mujeres adultas en comparación con adolescentes

No hay duda de que el acné es una condición de la piel que se asocia predominantemente con adolescentes y adolescentes en ciernes. Sin embargo, tanto la observación casual como la investigación ahora indican que hay una prevalencia de adultos jóvenes y mayores que luchan contra varios niveles de acné. Pero no se equivoque, hay una gran diferencia entre el acné en los adolescentes que pasan por la pubertad y los brotes que los adultos, especialmente las mujeres, tienen que combatir de vez en cuando.

Para empezar, mientras que las fluctuaciones hormonales son la causa principal de las espinillas y las espinillas en los adolescentes, el acné que aparece en la edad adulta está relacionado principalmente con el estrés emocional y físico. Los ciclos menstruales o el embarazo, por ejemplo, son responsables del fuerte desequilibrio hormonal en las mujeres adultas, mientras que las adolescentes tienen niveles ondulantes de andrógenos a los que culpan de sus problemas de piel. Si bien ambos pueden eventualmente provocar brotes, la forma y la gravedad en que ocurre cada uno de ellos es completamente diferente y no está relacionada.

En segundo lugar, los brotes de acné a veces repetidos e implacables en mujeres adultas podrían indicar la existencia de afecciones subyacentes graves como el SOP (síndrome de ovario poliquístico), que es un culpable común. Este es un medicamento en el que los niveles de testosterona en las mujeres tienden a aumentar de forma espectacular y esporádica, lo que empeora el acné y provoca ciclos menstruales irregulares e hirsutismo. Lo que, por supuesto, explica por qué es importante programar una cita con su ginecólogo si comienza a experimentar tales síntomas junto con un caso de empeoramiento del acné.

En tercer lugar, el acné afecta a las mujeres adultas de manera diferente en comparación directa con las adolescentes y adolescentes. Verá, la piel adulta es menos regenerativa que la de los adolescentes que están en la plenitud de su crecimiento. Esto implica que la curación del acné es más difícil y lleva más tiempo en mujeres adultas que en adolescentes, y lo mismo se aplica a las cicatrices dejadas por un episodio debilitante de acné.

5. El enfoque del tratamiento del acné debe ser multifacético

Teniendo en cuenta lo difícil que es identificar una causa o factor específico que no sea el único responsable de los brotes de acné, no hace falta decir que el enfoque del tratamiento también debe ser multifacético.

Hablando de eso, aquí hay algunos ejemplos de medicamentos para el acné y protocolos de tratamiento que su dermatólogo puede elegir para controlar sus brotes.

• Peróxido de benzoilo : Los productos que contienen peróxido de benzoilo y ácido salicílico, como AENO Acne Patch, han demostrado ser bastante efectivos para detener la progresión del acné. El peróxido de benzoilo, en particular, actúa como un antimicrobiano que inhibe la actividad de las bacterias que causan el acné, como Staphylococcus epidermidis y Cutibacterium acnes .
• Ácido azelaico : Al igual que el peróxido de benzoilo, se cree que el ácido azelaico es fundamental para matar los microorganismos que causan el acné. Derivado de cereales integrales como el centeno y la cebada, se prescribe principalmente en forma de espuma, gel o crema para personas sensibles a los productos para el tratamiento del acné que contienen peróxido de benzoilo.
• Terapias hormonales : como se mencionó anteriormente, las fluctuaciones hormonales se encuentran entre las principales causas de los brotes de acné en mujeres adultas y postadolescentes. Lo cual, como era de esperar, es la razón por la que se recomienda la terapia hormonal para el tratamiento de episodios de acné obstinados, implacables y persistentes que desafían los remedios convencionales. Hablando de eso, las terapias hormonales más comunes para combatir el acné son la espironolactona y la administración de píldoras anticonceptivas.
• Retinoides tópicos : los retinoides tópicos como el adapaleno, el tazaroteno y la tretinoína han demostrado ser excelentes para detener el acné. Los ingredientes activos, que están disponibles en forma de lociones, geles y cremas, funcionan al permitir una eliminación progresiva pero constante de las células viejas y muertas de la piel con mayor rapidez. En consecuencia, esto permite una fácil regeneración de nuevas células de la piel al mismo tiempo que reduce las posibilidades de sufrir poros obstruidos que luego podrían precipitar un episodio de acné. Además, los retinoides también son bastante efectivos para igualar el tono de la piel y suavizar las arrugas menores o las líneas finas.
• Antibióticos tópicos : incluyen la eritromicina y la clindamicina, los cuales han demostrado su capacidad para ralentizar la actividad de la mayoría de las bacterias que causan el acné. Estos antibióticos generalmente se combinan con una serie de otros productos tópicos, como el peróxido de benzoilo y el ácido salicílico.

La línea de fondo

Todos enfrentamos diferentes factores de riesgo y elementos que podrían agravar el acné, dependiendo de nuestra genética, rutina dietética, ocupación, sexo y edad. Mientras que los adultos, en particular las mujeres, tienen más probabilidades de tener acné debido a las fluctuaciones hormonales durante la menstruación y el embarazo, los adolescentes tienen más probabilidades de sufrir acné como resultado de la genética, los niveles elevados de andrógenos y la dieta. De cualquier manera, el tratamiento y control del acné debe girar en torno a la observación de una dieta balanceada estricta, bajos niveles de estrés emocional, higiene adecuada de la piel y una forma especializada de manejo dermatológico por parte de un experto certificado por la junta.